Una de las principales problemáticas en la industria de la construcción chilena es la poca eficiencia que esta representa. En Chile el 1% de las construcciones son industrializadas vs. el 25% de las construcciones en países nórdicos, esto afecta directamente la productividad de nuestro país frente a otros más desarrollados, por ejemplo, la productividad de la construcción habitacional chilena es de un 52% menos que la de EEUU. (m2/HH). Produciendo un déficit Habitacional de 740.000 viviendas, y afectando a 2.200.000 de chilenos.
Teniendo estos datos en consideración es importante realizar un cambio de paradigma en la industria, pasar de un tipo de construcción tradicional a una construcción industrializada, en estos tiempos, es imperativo para volvernos más efectivos y productivos. Pero la gran pregunta que surge es ¿en qué consiste una construcción industrializada y cómo se puede aplicar?
Bueno, lo primero que debemos hacer es poner el foco en los materiales que se utilizan; la construcción con madera posee la huella de carbono más baja, pero sólo un 14% de las viviendas la utilizan como material predominante en Chile, un porcentaje bajísimo considerando la tendencia mundial y comparándolo con países como Suecia, donde el 30% de sus edificaciones son construidas en madera y de forma industrializada.
Al trabajar con madera se puede observar un mayor nivel de eficiencia energética ya que es el único material de construcción cuyo uso ayuda a reducir el CO2 de la atmósfera, contribuyendo de esta manera a mitigar el cambio climático. Por lo que las construcciones con este material son un aporte de sustentabilidad a nuestro planeta, y a diferencia de otros materiales de construcción, ya que se consume 5 veces más energía al producir cemento, 14 veces más para producir vidrio y 24 veces más para producir acero, con respecto a la energía necesaria para producir madera.
Una preocupación que nace al pensar en construcciones con madera, es la deforestación, sin embargo, en Chile, el 70% de las plantaciones forestales cuentan con un sello que acredita su manejo sustentable (Certfor y/o FSC) conduciendo a un manejo responsable de este preciado recurso.
En cuanto a la industrialización de la construcción podemos afirmar que permite un ensamblaje de viviendas mucho más limpio y eficiente, ya que al construir por módulos tenemos un mayor control del tiempo de implementación, obteniendo resultados más rápidos, pero no por eso de menor calidad, y de esto son consciente grandes empresas como Google y Amazon, gigantes que han estado invirtiendo en este tipo de construcción para startup factory. Si empresas tan a la vanguardia, como estas, han puesto su mirada en este tipo de construcciones, quizás todos deberíamos hacerlo, tanto por el planeta como por nuestro propio bolsillo.
